Lunes 30


Hoy nos hemos despertado a las 7:30. El despertador no nos ha sonado (o eso creemos) y ha tenido que venir Miguel a levantarnos. Esta noche no hemos dormido mucho, entre nosotros y nuestros vecinos que nos acompañan... 
Había que descargar un trailer con ropa, juguetes... Yo he estado con otros de mis compañeros arriba con tres chicas refugiadas seleccionando la ropa. Qué simpáticas son, enseguida hemos empezado a hablar con ellas, son muy abiertas. Nos hemos enterado de todos los cotilleos del edificio Victoria. Después hemos estado con otros voluntarios haciendo otras tareas. Hemos coincidido con una extremeña que había estudiado en Salamanca. 
Acabadas ya todas las tareas, nos hemos duchado y ya estábamos ready para dar un paseo por Atenas. 
Hemos ido al mercado, me esperaba otra cosa, todo carne y olores... malos 
Después  hemos estado buscando algo para comer, y hemos encontrado un sitio muy mono, con unas tapas con guacamole, tomate y cebolla que estaban muy ricas aunque picantes, lo que no ha gustado a muchos de mis compañeros. 
Hoy hemos comido en el Victoria, unos garbanzos que estaban muy buenos, pero algo duros. 
Esta tarde hemos ido al centro de Atenas, (cuando estábamos bajando las escaleras, Blanca sin querer ha empujado a Miguel y casi se mata bajando) hemos visto muchas cosas, un montón de iglesias ortodoxas que son realmente bonitas, todo decorado hasta el más mínimo detalle, impresiona. 
Las calles turísticas llenas de joyerías, que tentaban mucho. Y muchos turistas.
A las 9 hemos ido a ver el cambio de guardia, ( los famosos evzones) que  hacen cada hora, que simulan al paso de los caballos, todos perfectamente coordinados. Nos ha gustado mucho a todos, es algo que nunca habíamos visto. Llevaban una vestimenta un tanto peculiar, con una especie de falda y unos zapatos con unos pompones enormes en la punta. Son muy graciosos. 
Al final hemos ido a cenar a un restaurante que tenía un poco de todo y hemos cenado muy bien y tranquilamente.
Entre todo esto, hemos ido hablando con nuestros profesores y compañeros conociendo algo más de ellos y ellos de nosotros. 
Ya estábamos en el metro subidos, que por cierto hemos cogido un bono, pero las puertas están abiertas y ahí pasa todo el mundo como Pedro por su casa. Lo primero es que nuestro teacher Miguel nos estaba enseñando a coger el metro, y nos hemos bajado en la parada. Y hemos estado mirando un mapa por si nos perdíamos, cuando de repente se dan cuenta de que nos hemos bajado mal y tenemos que esperar a que pase el próximo. En lo que esperábamos al siguiente, Miguel nos ha contado que sin querer ha puesto sus zapatillas (que eran sus favoritas) en un montón para donar y han desaparecido (todo esto por no subir hasta el quinto piso, que era su habitación para dejarlas). Y no solo eso sino que ayer  a la vuelta del campo de refugiados se dejó su toalla y su bañador encima de la furgoneta y un chico del edificio lo cogió pero su bañador no está y no creemos que lo vuelva a ver. Como siga así, el domingo se va con la maleta vacía. 
Y no es todo por hoy, porque cuando estábamos saliendo de la boca del metro de repente ha aparecido un chico corriendo con la mano llena de sangre, demasiada sangre. De verdad nos ha dado miedo, y nos queríamos ir al edificio Victoria cuanto antes. Estamos un poco nerviosos, pero bueno estamos bien. 
Ha sido un día largo y estamos cansados, muchas personas y cosas nuevas, y nosotros con los ojos bien abiertos para captarlo todo. 
Por cierto, cada vez nos soltamos más con el inglés, todo va sobre ruedas



Cristina Bautista Delgado 

Comentarios